La Padrina
La Padrina es una cerveza artesanal nacida en el Vallès Occidental con una premisa clara: tender puentes entre lo artesanal y lo comercial sin sacrificar autenticidad. Su nombre encierra la vocación de reunir y acoger a quien se acerque a compartirla, como una anfitriona generosa que celebra la pluralidad y el arraigo a la tierra.
Reto
En un contexto marcado por la saturación de marcas artesanas, el riesgo de disolverse en la irrelevancia era real. La Padrina necesitaba posicionarse con un relato fresco y diferencial, capaz de sostenerse en la memoria colectiva sin perder la coherencia con su origen local.
El desafío era doble: generar notoriedad sin caer en el artificio y reivindicar la cerveza como parte de una cultura compartida, optimista y cercana.
Solución
La respuesta comenzó por el naming: La Padrina, un guiño afectivo y abierto que invita a sentirse parte de una misma comunidad. El relato visual se construyó alrededor de los tres burros, símbolo popular de Cataluña, que representan la perseverancia y la cercanía incluso en los trayectos más arduos.
Diseñamos un sistema de ilustraciones y packaging adaptable a múltiples formatos —33cl, 50cl, botellín, bidón, tiradores—, manteniendo siempre la misma narrativa cálida y festiva. El cliente acompañó cada fase del proceso, asegurando que la esencia local y el optimismo transversal se mantuvieran intactos.
Identidad visual
La Padrina respira tierra, cercanía y celebración. Se define en tres palabras: local, optimista, plural. La tipografía de palo seco, no geométrica, evoca la rotulación de antiguos comercios de barrio, reforzando la conexión con el territorio y la tradición.
Colores vivos, ilustración con trazo amable y un sistema gráfico flexible permiten adaptar la marca a cada nuevo formato y ocasión de consumo sin diluir su personalidad.
